21 JUNIO SOLSTICIO: Inicios importantes, emociones que se asumen, refugios que se buscan
- Nadia Rico
- 20 jun 2022
- 4 Min. de lectura

Llega el Solsticio y el año marca una línea divisoria, la diosa Démeter se prepara para despedir o recibir a su hija Perséfone trayendo el invierno en el sur y el verano en el norte, mientras Perséfone cambia de piel dándole paso a una nueva fase en la que dejamos de mirar atrás y avanzamos ya sea hacia el encuentro o despedida de Hades, el dios que transforma todo lo que toca.
Es un día de Ritual para el Cielo, ya que las estrellas dibujarán lo que será la energía de los próximos 3 meses.
El Sol en Cáncer en el grado 0º resetea cada año nuestro mundo emocional. Cancer es el signo cardinal de las aguas, el líder, el que inicia temas referentes al corazón. Nos lleva al origen, a revisar el nido, a encontrarnos por dentro, y habitarnos.
Cáncer llama al clan, a los suyos. Si conectas emocionalmente, entonces tienes su atención, de lo contrario es como si no existieras. Su energía se nutre de su instinto cardiáco, y es que las emociones también son instintos y Cáncer los respira día y noche como el cangrejo lo hace con sus branquias bajo el agua.
Ahora bien, esta entrada de Cáncer trae lo suyo. Y lo primero a resaltar es la energía Aries, otro signo cardinal pero de fuego marcando presencia. Y si algo tiene Aries es el no mirar atrás.
Este segundo semestre te invita a coger impulso e ir hacia adelante, ser iniciador de algo. Con tanta energía en signos cardinales (Luna, Marte, Júpiter en Aries, Sol en Cáncer, Plutón en Capri) es evidente que hay un nuevo camino por abrir. Intentar volver a lo que era, no parece ser una opción.
Y a Cáncer le gusta el pasado, el recuerdo, la nostalgia. Puede ser una temporada desafiante si nos resistimos a abrir las tenazas del cangrejo y dejar que el mar nos impulse al nuevo norte.
La Luna, regente de Cáncer se encuentra al lado de Júpiter en Aries y en cuadratura a Lilith, la luna negra. Por un lado se amplifica la intuición pero al mismo tiempo se amplifican las emociones que hemos excluido.
Aries es fuego sin domesticar, Júpiter es la lupa que agranda lo que toca. Evitemos los incendios emocionales.
Usemos esta configuración para reconocer lo que sentimos y nos incomoda, lo que arde por dentro y que de alguna manera nos asusta por su potencia.
El Sol en un lindo trígono a Saturno nos ayuda a procesarlo con madurez y paciencia.
Se trata de negociar con nuestra propia naturaleza.
Meditación:
Visualiza o dibuja (o si puedes haz) una potente fogata con ganas de expandir sus llamas. Tu misión es que vaya hacia arriba y para ello la rodeas con un círculo de piedras. Siente el límite que te impone, reconoce la distancia que te pide, mientras la vas guiando hacia el Cielo. Contempla esa fogata danzando en vertical, como si un hilo invisible la sujetara desde el Cielo. Esas son tus emociones que has aprendido a dirigir y elevar.
Marte tambíén está en Aries y junto a Kirón para muchos ha sido una limpieza física potente. Gripas, malestares y diagnósticos que han obligado a hacer una pausa y cuidar del cuerpo. Por algún motivo el alma necesitaba sentirse encarnada, de que volvieras al cuerpo para terminar de reciclar y limpiar emociones y situaciones aún no resueltas.
Vale la pena preguntarse, ¿Me siento en casa?
Nuestras bases pueden sentirse inciertas, donde debería sentir suelo firme quizá no lo sienta. Lilith activa el sentimiento de desarraigo, de no pertenecer, de exclusión, y con la presencia de Júpiter las ganas de salir, de viajar y expandir tus horizontes pueden intensificarse si no te sientes "en casa" ni segura.
Más allá de salir, que es una opción válida, te invitaría a revisar qué partes dentro de ti se vienen sintiendo ignoradas. Qué necesidades internas has dejado de lado y necesitas nutrir. Pueden ser emociones no reconocidas y que ahora necesitan espacio, puede ser tu salud física, puede ser un vínculo o un hijo o un ser querido que requiera de tu atención.
Venus en trígono exacto a Plutón, te anima a que reconozcas en ti ese poder que proyectabas a la hora de relacionarte o enamorarte, animándote a abrirte a aquello capaz de transformarte.
El año pasado en Diciembre Venus transitó encima de Plutón 3 veces confrontándonos con nuestros miedos a la hora de enamorarnos, desenamorarnos o entregarnos ya sea a una persona, una inversión o a un proceso ínterno donde había que dejarse morir pero el terror era inmenso.
Ahora, en este aspecto favorable, aunque siga el miedo nos sentimos con el poder de abrirnos y traspasar aquello que tememos. Como si hubiésemos madurado un proceso de duelo.
Mercurio sextil Júpiter lo siento como golpes de buena suerte cuando sabemos usar la mente y el instinto de la mano. Mercurio en géminis viene con la mente ágil y Júpiter en aries en aspecto armonioso es seguir el instinto pero con los ojos abiertos y atinarle. Si le sumamos a la Luna en la ecuación, ahi pegadita a Júpiter, es una temporada que nos abre al disfrute, la confianza y el entusiasmo.
Amplifica tus redes, ábrete mundo y luego vuelve a ti, a tu nido, a tu sensación de hogar, donde sea que esta se encuentre, afuera y adentro de ti.
Que sea un luminoso solsticio.
Lash

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